2. Lo que nos atrapa y desintegra

La vida de muchas personas discurre por caminos difíciles, ya sea por causas psicológicas, sociales, espirituales o de salud y bienestar de ellas mismas o algún familiar. En muchos casos la autoestima puede hundirse.

Aunque esta situación no sea permanente ni se haya hecho crónica, puede afectar a mucha gente en algún momento de su vida. Puede ser un elemento generador de gran dolor, muchas veces de gran intensidad aunque también puede estar latente e ir minando la personalidad de quien la padece. Incluso uno puede llegar a despersonalizarse.

Las causas son muy variadas, en algunos momentos hasta pueden concurrir varias a la vez e irse acumulando. La persona llega a perder su integridad y verse arrastrada a la degeneración o desintegración de sí misma. Es fundamental conocerse profundamente y aceptar lo que está pasando, para poder iniciar un proceso de recuperación pautado i eficaz.

¿Qué es lo que a mí me impide ser auténticamente persona? ¿Qué puedo hacer, qué responsabilidad tengo en ello?

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