5. El ser humano: imagen y semejanza de Dios

Puede inducir a confusión el oír que el ser humano es imagen y semejanza de Dios. De aquí a sentir la tentación de creerse dios, quizás, no haya ni un paso para aquellas personas que no reflexionan yendo al fondo.
Hemos de entender que esta fue la voluntad de Dios en la creación y que lo somos en tanto que uno no se aparte de él, en tanto uno no deje de amar y se aleje de la esencia de Dios que es el Amor.

Vivir así es vivir en la virtud, pero puede imponerse la tentación de alejarse de su voluntad y rechazarlo o negarlo. Podemos caer en querer ser más que Dios y dar ocasión a la ruptura de nuestra relación con él, es el pecado.
No debemos olvidar nunca que, a pesar de cualquier cosa que nosotros seamos, por encima de ello, Dios siempre nos ama, siempre nos espera y siempre nos perdona.


  • 5.1. El ser humano: imagen y semejanza de Dios
  • 5.2. El ser humano: imagen y semejanza de Dios
  • 5.3. El ser humano: imagen y semejanza de Dios
  • 5.4. El ser humano: imagen y semejanza de Dios
  • 5.5. El ser humano: imagen y semejanza de Dios
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