Una verdadera fiesta intercultural en la Mercé se vivió durante este 5 de octubre, en el Día Mundial del Migrante y el Refugiado.
La celebración se inició con la Santa Misa, que contó con la participación de dos sacerdotes más y comunidad de otras parroquias.
Después se compartió un momento acompañado de gastronomía, baile y deporte.
Misa por el Día Mundial del Migrante y Refugiado
La Eucaristía de las 12:30h. tuvo un aspecto diferente durante este domingo, empezando por los sacerdotes que han concelebrado la misa.
Junto al padre Vicente Zamora, en el altar, estuvieron presentes el padre rumano Adrián Burca, responsable de la Pastoral Diocesana de Personas Migrantes en Lleida, y Lluis Sallán Abizanda, vicario general de la Diócesis de Lleida.
«El obispo Daniel Palau ha querido estar aquí, en esta celebración, pero no ha podido. He venido ha darles su mensaje y en su representación, pero que sepáis que era su anhelo estar hoy con vosotros», ha dicho mosén Lluis Sallán al inicio de la celebración eucarística.
El sacerdote ha presidido y en su homilía ha recordado los momentos que viven los emigrantes en su camino hacia ese sueño por encontrar un bienestar y futuro mejor.
«En nuestras culturas encontramos ese buscar el confort sin considerar las consecuencias que sobre otros haya. Vemos esto en los medios y noticias, por eso el Papa León XIV nos invita a tener esperanza y a difundir el amor».
También recuerda que somos vulnerables y «este caminar no debemos hacerlo en solitario o únicamente con quienes me dan la razón, porque también los demás son hijos de Dios.
«Este cáliz contiene la sangre derramada por todos, no por unos mejores y otros peores. Todos somos en este sentido caminantes que nos necesitamos unos a otros porque somos vulnerables. Por eso es importante acoger y cuidar, debe ser una manera natural de vivir. Es posible caminar sin competir y sin ignorar a otro, sin violencia, sin discusión, porque todos somos igualmente hijos de Dios. Es posible caminar siendo lo que somos», ha destacado el vicario general del Bisbat Lleida.
Después de la homilía que hizo énfasis en caminar juntos y apoyarnos, la misa continuó con la procesión de ofrendas y el acto de prender la vela con una reflexión especial.
Fiesta intercultural en la Mercè en el salón parroquial
Al final de la Eucaristía los asistentes se dirigieron al salón principal de la parroquia, donde esperaban platos con muestras gastronómicas de diferentes países.
Un pica-pica que estuvo amenizado con el canto misionero liderado por una feligresa centroamericana, seguido por música y baile de Rumanía y después pasando por los ritmos africanos.
Una verdadera fiesta intercultural en la Mercè que permitió integrar a los asistentes de esta celebración en Lleida, en la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado con ritmos, acentos, bailes y comida de España, Rumanía, El Congo, Camerún, Senegal, Guinea Ecuatorial, Colombia, Venezuela, Guatemala, México, El Salvador, Perú, Bolivia, Argentina, Ecuador y algunos más.
Al final se disputó un partido de microfútbol amistoso, en la cancha de la parroquia, en el que participaron los niños que asistieron con sus familias a esta fiesta.
¡Gracias a todos los que han hecho posible esta celebración!
