San Juan de los Morros.- Hay personas de nuestra tierra, que en su camino tienen un propósito especial, como el de Luisa Fernanda Palacios Ortiz.
Luisa nació el 11 de octubre de 1944, en la población de Covarrubias ubicada en España, es una religiosa que representa a las Hermanas Mercedarias.
A los 15 años llegó a Venezuela, sola, luego de haber realizado el noviciado que dura dos o tres años de pruebas para saber si ser religioso es lo que se quiere.
Luisa, viene de una familia humilde de España, tenía 8 hermanos (4 varones y 4 hembras), 3 de ellos fallecieron durante la guerra española. Sus hermanas se mantienen en España.
Al pasar el tiempo, Luisa viajó a Navarra-España, con un tío que era sacerdote, quien decidió ayudarla con el noviciado, en esa población estuvo 3 años.
sentí que el señor me llamaba para ser religiosa
Comenta que para el noviciado “yo sentí que el señor me llamaba para ser religiosa. Hay que saber que se tendrá una vida diferente, es decir, no voy a casarme, no voy a tener hijos y mi propósito será ayudar a los que más necesitan”.
Al poco tiempo de Luisa haber culminado en Navarra, viajó a Venezuela; a los 3 meses de estar en el país, comenzó a visitar las cárceles, específicamente las de mujeres “La Planta” (Caracas), en ese entonces, tenía 25 años.
Palacios nos dijo que, en las visitas de las cárceles enseñaban a leer, escribir, conversaban con las reclusas. “No era fácil, muchas eran madres, es fuerte pensar que tus hijos están fuera, sin saber que hacen con su vida”.
Luisa, también visitó por mucho tiempo la Penitenciaria General de Venezuela(PGV), “23 años estuve visitando las cárceles de Venezuela”.
“23 años estuve visitando las cárceles de Venezuela”.
Muchos se preguntaran ¿por qué visitar las cárceles? La virgen que representa a las “Hermanas Mercedarias”, es la Virgen de la Merced, ella es redentora de los cautivos, por eso, en su imagen tiene una cadenas en las manos.
Luisa Fernanda, no solo visitaba las cárceles, también ayudaba a sus compañeras en la casa de las Mercedarias, ubicada en el Paraíso, en ese lugar, recibían a los niños abandonados “actualmente no estamos recibiendo como antes, debido a que, no tenemos muchos recursos”.
15 años tiene Luisa en San Juan de los Morros, 5 años estuvo en Maracaibo, 3 años en Guatemala, donde trabajó con poblaciones indígenas “allí se ve mucha pobreza” resaltó.
Mi querido San Juan, así Luisa Palacios, considera a la capital del Guárico, “conozco a muchas personas, he visto nacer a muchos niños, que hoy en día son ya todos unos hombres y mujeres”.
Neyda Rojas
En San Juan de los Morros, llevé a la PGV a una compañera maravillosa, Neyda Rojas, ella y yo nos conocimos cuando visite el estado Táchira “ella se enamoró de ese trabajo en las cárceles”.
Para esta mujer religiosa, su mayor aprendizaje ha sido trabajar en las cárceles, “nosotras nos encargábamos de conversar con las mujeres, dándoles consejos y mucho cariño. A nosotras las Mercedarias, nos respetan mucho en las cárceles, porque saben que vamos a ayudar a los reclusos y reclusas”.
a las Mercedarias, nos respetan mucho en las cárceles, porque saben que vamos a ayudar a los reclusos y reclusas
Luisa Fernanda Palacios, ha demostrado a lo largo de camino, que es una mujer que vale, por su humildad y aprecio a las personas, sus ganas de ayudar al prójimo. Se ve tantas veces, todavía con 71 años, se mantiene trabajando en la escuela “Promoción de la Mujer”, institución donde las mujeres reciben clases de costura, repostería y manualidades.
Al finalizar, Luisa, recordó a otra compañera que conoció en la iglesia “Sagrado Corazón de Jesús”, a quien consideró una amiga “Lucila Montenegro, quien mientras estuvo viviendo, me acompañó a hacer catequesis. Fue una mujer excepcional, era muy humana, hablaba con todos, hacía sentir bien a las personas. Lucila, hizo todo lo que pudo por las personas de su alrededor, la recuerdo con mucho cariño”.
Maria Donaire
