Con Cristo Redentor, María de la Merced y san Pedro Nolasco
en fraternidad y servicio.

Prot. MG 16/2020

¿POR QUÉ BUSCAN ENTRE LOS MUERTOS AL QUE ESTÁ VIVO? ÉL NO ESTÁ AQUÍ ¡HA RESUCITADO!

Estimados religiosos de la Orden y Familia mercedaria, con estas frases del evangelio de san Lucas en el capítulo 24, les remito mis saludos en este día que podemos decir en voz alta: ¡Feliz Pascua de Resurrección!

Después de haberles dirigido la misiva al inicio de la Cuaresma, hoy me uno a las intenciones de todos ustedes en clave de servicio y fraternidad que tanto necesitamos en estos tiempos nuevos. Sabemos bien y en carne propia lo que significa estar contagiados de este virus que sigue afectando no solo a nuestros religiosos y religiosas, sino a tantos hombres y mujeres en el mundo. Sin embargo, la fortaleza de nuestra fe nos mantiene en la vida diaria fieles en el Señor Jesús. Desde ya, les agradezco las diversas comunicaciones por superar este tiempo de quedarse en casa, tratando de asumir las crisis, preocupaciones, dolores y desesperanzas de la humanidad. Como buenos redentores, me alegro por todo lo que vienen realizando en cada comunidad donde se experimentan los signos de la Luz y la Gloria del Resucitado.

Siguiendo las huellas del Fundador y de aquellos hombres y mujeres en el espíritu tratemos de ser luces para los cautivos de hoy, sobretodo de aquellos que necesitan de nuestra cercanía, apoyo y consejo espiritual. No hay que olvidarnos de los que experimentan la soledad el desamparo y la lejanía, ni de aquellos que están enfermos y agobiados por estar con el coronavirus, estos son los nuevos cautivos que hoy más que nunca piden el pan material y espiritual. Por ellos, ¡el Señor ha resucitado! para ser aquella Luz que resplandece en la nueva humanidad.

«Siguiendo las huellas del Fundador y de aquellos hombres y mujeres en el espíritu tratemos de ser luces para los cautivos de hoy… No hay que olvidarnos de aquellos que están enfermos y agobiados por estar con el coronavirus, estos son los nuevos cautivos que hoy más que nunca piden el pan material y espiritual»

Yo me pregunto: ¿Qué nos queda a nosotros? Ser luces en el camino redentor, de tal manera que no desmayemos en la fe; al contrario, tenemos que seguir evangelizando, llevando la Palabra de Dios y la paz del Señor a los corazones afligidos. Aprovechemos esta cuarentena quedándonos en casa, cuidando nuestra salud, pero viviendo gozosos nuestra misión, oración y encuentro eucarístico. Gracias a todos los que están usando las redes sociales para seguir anunciando que Cristo Redentor verdaderamente ha Resucitado. No desesperemos, no hay que quedarnos con los brazos cruzados, nos queda siempre el reto de trabajar el compromiso, la fidelidad y la perseverancia en tiempos difíciles; para ello, una cosa les pido: ¡no se cansen de evangelizar! todos sabemos que el Señor está entre nosotros ¡Él es nuestra fuerza y esperanza!

Gracias a todos por los saludos pascuales, al término de esta carta me escribe el P. Justo Linaje: “en medio de la oscuridad surge la Luz de la Vida”; por ello, seamos siempre anunciadores del evangelio de la libertad. Dios los bendiga siempre, cuídense mucho y anímense los unos a los otros para ser signos de La Merced de Dios en estos tiempos nuevos.

Huacho, Perú, 12 de abril de 2020, a los 801 Años de la fundación de la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced.

P. Fr. Juan Carlos Saavedra Lucho, O. de M.
Maestro General

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